El último día del Congreso Cooperativo Mundial, los delegados pudieron participar en una sesión paralela sobre las viviendas y la energía a precios asequibles. La sesión comenzó con la afirmación de que el mundo se enfrenta a una crisis climática global y que estamos cerca del punto de inflexión. Esto ya ha perturbado enormemente nuestra sociedad en el pasado y podría amenazar en un futuro próximo toda la vida humana. El séptimo principio cooperativo: preocupación por la comunidad, nos invita a enfrentarnos juntos a la crisis climática, energética y de la vivienda. 

El entorno construido supone el 40 % de los gases de efecto invernadero, gran parte de los cuales corresponde al sector residencial. La recuperación más rápida de lo previsto de la economía mundial tras la crisis de la COVID-19 está provocando el aumento de los precios de la energía justo a la llegada del invierno en el hemisferio norte del planeta. Por ello, resulta aún más importante poder proporcionar energía limpia y renovable como parte de las características básicas de las viviendas asequibles. Los ponentes de esta sesión expusieron cómo sus cooperativas estaban respondiendo a este desafío. 

Dirk Vansintjan, presidente de RESCoop.eu (Bélgica), explicó la historia de la cofundación de la cooperativa de energías renovables Ecopower en 1991, que ahora opera 24 turbinas eólicas, 3 centrales hidroeléctricas y 300 paneles solares. Según el Sr. Vansintjan, la clave del éxito del cambio de los combustibles fósiles a las energías renovables y de la producción de energía centralizada a la descentralizada en las viviendas u otros entornos está en mantener los beneficios locales y garantizar que se inviertan de nuevo en la comunidad.

Sido Kim Hye-min, presidenta de Minsnail Housing Co-op, una pequeña cooperativa de viviendas de Corea del Sur, explicó que su cooperativa ofrece viviendas asequibles a los jóvenes. Explicó que todas sus propiedades incorporan ahora iniciativas impulsadas por sus miembros, que van desde paneles solares y sistemas para compartir el coche hasta cepillos de dientes de bambú. Minsnail ha aprovechado esta estrategia para desarrollar un nuevo «programa de estilo de vida» que se centra en la reducción progresiva de la huella de carbono de los habitantes y que ha tenido muy buena acogida entre sus miembros. 

Guido Schwarzendahl, director general de Bauverein Halle & Leuna, una gran cooperativa de viviendas con más de 200 viviendas en Alemania, explicó que tres cuartas partes de las viviendas de esta cooperativa de alquiler son ahora totalmente eficientes desde el punto de vista energético. Para conseguirlo, se centraron en hacer que sus sistemas de calefacción fuesen lo más eficientes posible, así como fiables y asequibles para sus miembros. Esto se ha conseguido recurriendo a la calefacción urbana o de distrito y a la cogeneración, lo que ha permitido reducir las emisiones de carbono en un 62 % y ahorrar un 20 % del coste del suministro de energía. 

Ana Džokić, fundadora de la cooperativa energética Elektropionir de Belgrado (Serbia), habló de la creación de la primera cooperativa de viviendas del país, llamada Moba. La diferencia clave entre Moba y otras empresas de vivienda es que las viviendas son de propiedad colectiva, no privada, y los precios son un 60 % inferiores a los precios de mercado, por lo que las viviendas resultan asequibles para los grupos con ingresos más bajos. La cooperativa energética Elektropionir, que la Sra. Džokić fundó en 2019, anima activamente a los ciudadanos a formar parte de una «revolución energética»  y demuestra que la energía renovable puede suministrarse de forma asequible y cooperativa. La Sra. Džokić espera poder crear cooperativas similares en el centro y el sur de Europa, donde las cooperativas energéticas están menos presentes que en el norte. 

Thomas Boisvert St-Arnaud, miembro fundador y presidente de la cooperativa Poisson Entêté, de Canadá, presentó un innovador proyecto piloto en el que está trabajando y en el que una granja de interior proporciona calor y agua caliente a una cooperativa de viviendas. Aunque solo cuenta con 16 viviendas, se trata del primer edificio comunitario de red cero de Quebec. El Sr. Boisvert St-Arnaud explicó los retos técnicos que ha supuesto el lanzamiento de este proyecto y cómo se superaron gracias a la intercooperación, y habló de las posibilidades de ampliarlo en un futuro. 

Sem Oxenaar, que trabaja para REScoop, en Bélgica, en la renovación de edificios sostenibles gestionados por los ciudadanos, habló del enorme crecimiento de las comunidades energéticas en el norte de Europa y puso como ejemplo su país natal, Holanda, donde actualmente hay 800 comunidades energéticas y hace una década no había ninguna. Sin embargo, existía una necesidad real de desarrollar más comunidades energéticas en el centro y el sur de Europa. Los planes energéticos cooperativos gestionados por los ciudadanos no solo son más eficientes desde el punto de vista energético, sino que también permiten tener hogares más confortables. El Sr. Oxenaar cree que los planes grupales son el ejemplo a seguir, ya que facilitan la administración, la financiación y la búsqueda del contratista adecuado. 

Aaron Thornell, director del Departamento de Clientes y Miembros de la Ottawa Renewable Energy Co-operative (OREC), una de las mayores cooperativas energéticas de Canadá, centró su discurso en la financiación cooperativa de proyectos con bajas emisiones de carbono, en los que la OREC ha sido pionera. La cooperativa OREC se fundó en 2010 y su misión es conectar a los cooperativistas individuales con proyectos de energía renovable de gran impacto en sus propias comunidades. 

Por último, David Avina, director adjunto del Departamento de Servicios para Miembros en Urban Homesteading Assistance Board (UHAB) de Manhattan (Nueva York, Estados Unidos) habló de la coordinación de programas de servicios energéticos para permitir ahorros grupales. También habló de crear fincas de propiedad comunitaria y utilizar incentivos para instalar energía solar y otras energías renovables en toda la ciudad, dirigidos a comunidades pobres y heterogéneas. A través de un paquete técnico, presupuestario y de préstamos, la UHAB permite a los residentes con ingresos bajos o moderados tomar el control de su vivienda y mejorar sus comunidades mediante la creación de asociaciones de inquilinos y cooperativas asequibles fiables y duraderas.