Los delegados se reunieron durante la mañana del 2 de diciembre para escuchar la sesión 2.2 del Congreso Cooperativo Mundial, en la que se analizó cómo puede comprometerse el movimiento cooperativo con su identidad apoyando una cadena de valor ética.
La directora del Consejo de Administración de la ACI, Marjaana Saarikoski, moderó la sesión y estableció el marco para el debate, describiendo las cadenas de valor como «una red de empresas de confianza que comparten valores comunes para garantizar el correcto funcionamiento de toda la cadena». La Sra. Saarikoski señaló que cuando se trata de cooperativas, se suele observar que las empresas comparten la misma línea de pensamiento a través de la cadena de valor, como la honradez y una aptitud muy receptiva. A lo largo de la sesión se analizó cómo pueden las cooperativas crear valor añadido dentro de estas cadenas con el objetivo de cumplir de los ODS.
Philippe Vanhuynegem, director del Servicio de Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo, expuso a los asistentes los principales convenios sobre los derechos de los trabajadores, incluidos los relativos al trabajo forzoso, el trabajo infantil, la discriminación y la libertad de asociación. El Sr. Vanhuynegem mencionó los desafíos a los que siguen enfrentándose los trabajadores en estos ámbitos, lo cual demuestra que aún queda mucho por hacer para aplicar correctamente estos convenios en las cadenas de valor de todo el mundo. El representante de la OIT también compartió las recientes tendencias actuales en las prácticas empresariales responsables, como el aumento de la debida diligencia, el replanteamiento de los modelos empresariales, el mayor reconocimiento del papel de los actores financieros y el uso de herramientas de trazabilidad o la cadena de custodia. Asimismo, destacó la importancia de la cooperación internacional e invitó a las cooperativas a participar en la Alianza 8.7 de los ODS y a unirse a las plataformas contra el trabajo forzoso y el trabajo infantil para luchar unidos contra estas prácticas.
En la sesión también se compartieron algunos ejemplos de cooperativas que tratan de lograr un consumo ético y la transparencia de sus procesos, como la Kenya Cooperative Coffee Exporters (KCC).
Jane Kathuku, directora general de KCC, habló sobre la gestión ética de la cadena de valor del café en las cooperativas kenianas y afirmó que «KCC, al ser una sociedad cooperativa propiedad de agricultores, ha estado en primera línea para asegurar una cadena de valor ética del café que garantice la sostenibilidad y la coherencia». La Sra. Kathuku explicó que la KCC se ha comprometido a apoyar a los agricultores y a las sociedades cooperativas primarias para que obtengan certificaciones y formación, para garantizar una remuneración digna para los agricultores y, por último, para aumentar la transparencia en la fijación de los precios de los productores de café.
Mayuko Asahina, directora de la División de Estrategia de Marca de la Japanese Consumers’ Co-operative Union (JCCU), compartió información sobre los productos de la marca CO·OP y explicó que estos productos, lanzados hace más de sesenta años, llevan promoviendo el consumo ético desde mucho antes de la existencia de los ODS o de la generalización del término «consumo ético». La Sra. Asahina también explicó los diferentes tipos de marcas de certificación que se utilizan en los productos CO·OP, que permiten a los consumidores comprender fácilmente los aspectos de sostenibilidad en los que participan los productos que adquieren. La Sra. Asahina también destacó la importancia de contar con una marca sólida para garantizar que los consumidores vean los productos éticos de forma positiva en términos de calidad.
Nina Elomaa, vicepresidenta sénior de Sostenibilidad de la organización cooperativa finlandesa de venta al por menor, SOK/ S Group, centró su presentación en la legislación sobre la diligencia debida en materia de derechos humanos y medioambiente (HREDD) en Europa, la cual calificó como un «punto de inflexión».
«La trazabilidad y la transparencia son importantes, pero también extremadamente complicadas de alcanzar», recordó la Sra. Elomaa y destacó que en la cadena de valor participan muchos actores, por ello, es importante que todos ellos participen en el debate sobre el tratamiento de la información, para aumentar la trazabilidad y la transparencia.
Anne Chappaz, directora de Instituciones y Ecosistemas del Centro de Comercio Internacional de Ginebra (Suiza), habló sobre los esfuerzos para mejorar el comercio entre cooperativas. «El hecho de que las cooperativas se vinculen a las cadenas de valor globales supone una gran diferencia para la prosperidad, la población y el planeta, y puede suponer una verdadera ventaja competitiva para otros actores de la cadena de valor».
El Centro de Comercio Internacional ha estado colaborando con la ACI para estudiar cómo ampliar el comercio entre cooperativas y ha constatado que existe una necesidad de información tanto por parte de las cooperativas de compradores como de las de proveedores, para que puedan trabajar juntas. También es necesario prestar apoyo a las cooperativas de proveedores para que puedan cumplir con las necesidades básicas de los compradores, en cuanto al precio y la calidad de los productos. Se irán presentando otras conclusiones a medida que se avance en este estudio.
En su intervención, la Sra. Chappaz destacó también los beneficios que se producen cuando las cooperativas forman parte de las cadenas de valor y dijo que «en este mundo de inversiones de impacto, los consumidores y la responsabilidad social corporativa mundial son elementos que van “más allá de la eficiencia” y son ellos los que crean una ventaja competitiva para todos los actores de la cadena de valor. Así que hacer el bien también es bueno para el negocio, y cuando las cooperativas establecen vínculos a lo largo de toda la cadena, el valor adicional que crean es aún mayor».