Los delegados del Congreso Cooperativo Mundial tuvieron la ocasión de escuchar a un panel internacional de expertos en la sesión titulada «Cumpliendo las necesidades de capital futuras» durante el segundo día del Congreso (2 de diciembre de 2021).

En la sesión, moderada por Gerardo Almaguer, presidente y director general de Développement international Desjardins (DID) (Canadá), los delegados pudieron debatir sobre cómo diferentes cooperativas lograban cubrir sus necesidades de financiación. El Sr. Amaguer empezó explicando que, durante la pandemia, el acceso a la financiación suponía un desafío especialmente importante y, por ello, era necesario que las cooperativas innovaran, fueran resilientes, crecieran y funcionaran correctamente durante esta época tan complicada.

Sylvia Okilay-Paraguya, directora general de NATCCO, una plataforma de financiación con sede en Filipinas, destacó que en este país es fácil pedir un préstamo, pero que para las nuevas cooperativas que empiezan, el acceso a la financiación es mucho más difícil. «La financiación a corto y largo plazo está disponible, pero la ralentización de la economía ha hecho que nuestra liquidez sea muy alta», dijo. «Así que tenemos el capital que necesitamos, pero para las nuevas empresas que implican la digitalización, esto puede ser problemático».

David Venegas, director general de Café Perú, una cooperativa cafetera, coincidió en que había dinero en el mercado, pero con limitaciones. «El acceso a la financiación es más fácil para las cooperativas financieras que para los productores», explicó. «Quienes quieren convertirse en productores cafeteros deben esperar tres años hasta poder obtener beneficios. Por ello, es necesario disponer de liquidez a corto y largo plazo para mantenerse. Esto crea mucho estrés en el plano económico». Asimismo, el Sr. Venegas explicó que, en Perú, el principal problema es que la economía dificulta enormemente el acceso a las líneas de crédito.

Ibrahima Keita, director general de Kafo Jiginew, en Mali, explicó la historia de su cooperativa de microfinanciación, que empezó en 1987 en un pequeño pueblo de producción de algodón. A continuación, se extendió al sur de Mali, la principal región productora de algodón, que cuenta ahora con el 40 % del PIB del país y sustenta a unos 4 millones de personas.

«Apoyamos a pequeños propietarios familiares, agricultores, artesanos y comerciantes y equilibramos la financiación entre las zonas urbanas y rurales», explicó. «Ofrecemos préstamos a corto y largo plazo y disponemos de 46 000 millones de francos CFA (unos 116[AML1]  millones de USD) en ahorros de nuestros miembros, de los cuales, unos 42 000 millones de francos CFA (unos 70 millones de USD) son distribuidos a los miembros. No obstante, estos son principalmente préstamos a corto plazo y como no podíamos prestar apoyo ante las necesidades a largo plazo, como la financiación de una granja, acabamos de crear nuestro propio banco, ya que para estos préstamos los miembros debían acudir a un banco».

Paulo Martelli, vicepresidente y director de Inversiones de FinDev, en Canadá, explicó que su institución de financiación para el desarrollo se encarga de financiar oportunidades de desarrollo internacional del sector privado, que proporcionan un rendimiento comercial. «Miramos a través de una lente de financiación para el desarrollo», explicó. «Para nosotros esto significa principalmente tres cosas, el empoderamiento económico de las mujeres, el desarrollo del mercado local y la reducción del impacto medioambiental y la adaptación al clima».

El Sr. Martelli explicó cómo proporciona la organización las distintas soluciones financieras, incluidos los préstamos a largo plazo y las inversiones directas en capital. «Las instituciones de financiación para el desarrollo, como FinDev Canadá entre otras, podrían ser una herramienta de gran valor para las cooperativas de todo el mundo», concluyó.


 [AML1]Please check amounts do not match 116 usd = 76 more or less