Aunque todavía es pronto para predecir el alcance total de la COVID-19 en el continente africano, un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) estima que las economías africanas experimentarán una caída del PIB del 1,4 %, y hasta un 7,8 % en el caso de las economías más pequeñas. A pesar de este panorama tan pesimista, se han estudiado los casos de Etiopía, Lesoto y Kenia, y los resultados indican que las cooperativas han ayudado de forma muy significativa a sus comunidades a lidiar con la COVID-19, representando así varios de los principios cooperativos. 

Los siguientes ejemplos muestran que las cooperativas de estos países han ayudado a sus comunidades a hacer frente a la pandemia, manifestando los valores cooperativos fundamentales de solidaridad, responsabilidad social y respeto hacia los demás.

Etiopía

La pandemia ha afectado al fuerte crecimiento económico de Etiopía, que llevaba varios años registrando un desarrollo de dos dígitos. 

A pesar de esta desaceleración, la Federal Cooperative Agency (FCA) sostiene que 2042 cooperativas, sindicatos y federaciones principales de Etiopía han donado dinero, alimentos y productos sanitarios por valor unos 50 millones de birr etíopes a distintos organismos públicos y a personas vulnerables.

Awach distribuyendo alimentos esenciales a sus members

La cooperativa de crédito Awach SACCOS donó 330 000 birr etíopes al ayuntamiento para mitigar la COVID-19. La donación se realizó con la ayuda de sus 27 000 miembros y empleados cooperativos, que aportaron el 5 % de su sueldo mensual.

Además, en apoyo a la comunidad local, la cooperativa de crédito Awach donó la compra de alimentos de un mes a 330 hogares afectados por la pandemia COVID-19 en Addis Abada.

Yetnayet Teklewold, director de desarrollo internacional cooperativo, relaciones e investigación de Awach SACCOS, declaró: «Este apoyo supuso una enorme alegría para las familias: las personas mayores dieron las gracias de corazón a los miembros, empleados y equipo directivo de Awach SACCOS por su ayuda en los momentos de necesidad».

 En vista del importante papel que juegan las cooperativas en la estrategia agrícola del gobierno, se han concedido 800 millones de birr en préstamos a cooperativas agrícolas para ayudarles a incrementar la productividad. 

Desde hace siglos, existen grupos de autoayuda como «Equip» y «idir» que constituyen un pilar fundamental en la sociedad etíope. Estos grupos siguen funcionando hoy día y conviven con las cooperativas modernas de consumo, vivienda y crédito.

«En plena era de la pandemia COVID-19 y demás desastres naturales, nuestras cooperativas prestan unos servicios extraordinarios a pesar de la crisis socio-económica que atraviesa el país; así expresan sus valores y principios de solidaridad, cooperación, apoyo y responsabilidad social, y demuestran que su prioridad son las personas», señaló Ayalsew Workneh, director de relaciones públicas de la FCA.

Lesoto

En Lesoto, un país interior rodeado por la República de Sudáfrica y con una población de 2,1 millones de habitantes, la COVID-19 ha tenido un impacto diferente en cada sector. 

Aunque algunas cooperativas de servicios e industriales han tenido que interrumpir su actividad, el sector agrícola ha registrado un aumento en la demanda de alimentos, lo que se debe en gran medida a que se limitaron las importaciones de los países vecinos».

«La gente empezó a entender la necesidad de mejorar la producción local de alimentos, una oportunidad que están aprovechando las cooperativas agrícolas», sostiene Maphamoli Elizabeth Lekoetje, comisaria de desarrollo cooperativo del Ministerio de Desarrollo de Pequeñas Empresas, Cooperativas y Marketing. 

Añade que las cooperativas han sido especialmente fuertes durante la crisis de la COVID-19, y que algunas incluso se han atrevido con el sector sanitario. 

«Los trabajadores sanitarios de los pueblos están creando cooperativas de ahorro y crédito, y ya se han registrado siete», explicó.

Kenia

La pandemia está provocando una grave crisis de empleo: según el Instituto Nacional de Estadística de Kenia (KNBS), al menos 1,8 millones de personas se han quedado sin trabajo o con un permiso no retribuido de manera indefinida entre marzo y julio de este año. Esto también afecta a las cooperativas, y para muchas de ellas está siendo difícil mantener su actividad.

Para apoyarlas, el Departamento de Estado para Cooperativas (SDC) ha creado el Comité de Respuesta Cooperativa al Coronavirus (CCR), que está integrado por hasta diez organizaciones principales afectadas, incluyendo organismos federativos. 

Una de las iniciativas del CCR ha sido la de repartir «kits cooperativos» (que incluyen aceite para cocinar, alimentos y EPIs) a 3500 hogares a través de las sociedades cooperativas. Las cooperativas distribuyen estos kits entre las personas de su comunidad, sean o no miembros. Los kits se preparan en tiendas de todo el país, lo que a su vez estimula el comercio local.

El CCR pretende invertir 1000 millones de chelines kenianos para prestar apoyo a 500 000 hogares. El sector cooperativo de Kenia cuenta con más de 14 millones de miembros repartidos en 24 000 cooperativas y representa el 35 % del ahorro nacional.

Las cooperativas individuales han hecho sus propias aportaciones a la lucha contra la COVID-19. La cooperativa Lelchego Dairy Cooperative Society, cuyas propietarias son mayoritariamente mujeres, ha iniciado una campaña para mitigar la pandemia en la que se enseña a los niños los síntomas del virus, cómo lavarse bien las manos y la importancia de la distancia social. Estas mujeres también han desarrollado una plataforma de comunicación para difundir información del Ministerio de Sanidad entre sus miembros y los de la unión de cooperativas de Nandi (Nandi County Dairy Cooperative Union).

En mayo, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional realizó unos estudios al amparo del programa CLEAR  en los que participaron 24 cooperativas kenianas. Sus resultados muestran que “las empresas cooperativas kenianas y sus miembros han sufrido las repercusiones de la COVID-19 pero siguen trabajando activamente para cubrir las necesidades de sus miembros y comunidades y para preservar la salud y la estabilidad financiera”. El programa CLEAR también forma parte del CCR.

De media, las cooperativas kenianas han visto caer sus ingresos en un 30 %, y algunas reclaman pérdidas de hasta el 60 %. La mayoría de ellas (el 70 %) sostiene que la distancia social limita su actividad, y más del 30 % de las empresas cooperativas indican como el principal escollo el cierre de mercados o puntos de venta.