Smayah Uwajeneza, 22 años de edad, Question Coffee, Ruanda (África Oriental)
Esta es mi historia cooperativa.
Nací en 1998, después del genocidio de Ruanda, y mi sociedad me ha enseñado el valor de contribuir con las comunidades. Desde pequeña aprendí que la cooperación es la mejor manera de forjar la equidad, la diversidad y la inclusión. La trágica historia de Ruanda es una lección para el mundo entero y creo que la única manera de sanar y reconstruir nuestra nación era a través de la cooperación».
El día que terminé mis estudios de secundaria, empecé a buscar un trabajo para poder costearme la universidad. En 2018, tuve la oportunidad de participar en un programa de formación en Question Coffee, una empresa social que se dedica a enseñar a cooperativas de mujeres agrícolas cómo cultivar y producir el café, con el objetivo de fomentar su potencial como agrícolas y emprendedoras.
Fue en aquella formación cuando el sector del café se presentó ante mí como una posible trayectoria profesional. Aún recuerdo perfectamente el sabor de mi primer café expreso. ¡Era todo un reto beber café por primera vez! Y como necesitaba ahorrar para continuar mis estudios en la universidad, transformé este reto en una oportunidad. Fue así como empezó mi experiencia entorno al café. Empecé a trabajar para entender la historia y la ciencia que se encuentran detrás del cultivo y la producción del café.
Tengo la suerte de poder trabajar directamente con las cooperativas de mujeres agrícolas. Desde el principio, fueron para mí una gran fuente de inspiración. Lo que empezó como una manera de ahorrar para ir a la universidad se convirtió en una pasión por este ámbito y por mi trabajo en Question Coffee. Me dedico a ofrecer a estas mujeres agrícolas formaciones gratuitas sobre las mejores prácticas agrícolas para transformar el café «desde la semilla hasta la taza», y las pongo en contacto con posibles socios comerciales a quienes vender los granos de café. Cuando las visito, cuando escucho sus historias, entiendo que el café es mucho más que una planta, que un grano o que una bebida, el café forma parte de nuestras vidas. A través de estas cooperativas he descubierto las ventajas de los bienes comunes, la importancia de la comunidad y el valor de contribuir con la comunidad.
Actualmente soy camarera, tostadora de café, formadora y comercial para Question Café. Suelo interactuar con las cooperativas de café de todo Ruanda, incluidas esas mujeres agrícolas que recorren kilómetros con los pies descalzos, con las cerezas de café en la cabeza y sus hijos cargados a la espalda, por el valle, hasta las estaciones de lavado en las que limpian la cosecha. A menudo, solo comen una vez al día, pero están convencidas de que formar parte de una cooperativa les permite mejorar su calidad de vida. Su fuerza me inspira y refuerza mi decisión de seguir apoyándolas y seguir luchando por los cambios que tanto esfuerzo les cuesta conseguir.
En 2020, solo dos años después de haber empezado a trabajar en Question Coffee, empecé a estudiar derecho en la Universidad de Kigali y seguí trabajando a tiempo completo durante el día. Ese mismo año, me eligieron como una de las cinco primeras estudiantes para participar en el programa LEAD destinado a ampliar la diversidad en el liderazgo en la industria del café en el ámbito internacional. El programa LEAD permite el acceso a recursos de desarrollo profesional a personas que forman parte de comunidades infrarrepresentadas o marginadas. Esta oportunidad me sirvió como plataforma para divulgar la historia del café en los Estados Unidos. Además, supuso para mí un gran honor y un privilegio poder representar y hablar en nombre de las 400 000 agricultoras de café de Ruanda.
El gobierno de Ruanda anima firmemente a los agricultores a unirse en cooperativas, no solo por la independencia y el desarrollo económico que suponen, sino para fomentar el sentimiento de unidad y de reconciliación. Creo que esta es una de las claves que permiten mantener la paz en mi país. Unirnos como nación fue el inicio; mantenernos unidos el proceso; seguir trabajando juntos como cooperativas nos permite resolver los problemas de manera pacífica. Esto nos ayudará a reconstruir nuestra nación y empoderar a los jóvenes y a otras personas como yo, que serán el futuro de nuestras comunidades.
Cuanto más cooperemos, más diversa, fuerte y versátil será nuestra sociedad.