Entrevista con Sung-hee Lee, presidente de NongHyup, la Federación Nacional de Cooperativas Agrícolas y presidente de la Organización Internacional de Cooperativas Agrícolas (ICAO).

La Federación Nacional de Cooperativas Agrícolas (NongHyup o NACF) de la República de Corea participa en la organización del Congreso Cooperativo Mundial. Se trata de un organismo federativo, creado en 1961, que cuenta con 1118 cooperativas miembros con distintas funciones y que representa a más de 2 millones de miembros agricultores de Corea. Hemos hablado con Sung-hee Lee, presidente de la NACF y de la Organización Internacional de Cooperativas Agrícolas (ICAO), una organización sectorial de la ACI, y le hemos preguntado su opinión sobre la importancia del Congreso para el país y el significado de identidad cooperativa para los cooperativistas coreanos.

«Como cooperativista coreano me enorgullece enormemente que se celebre el 33 Congreso Cooperativo Mundial en Seúl», explica el Sr. Lee. «Esta celebración supone un desafío inmenso ya que ofrece un reconocimiento internacional al movimiento cooperativo del país. Espero que el Congreso nos brinde la oportunidad de reforzar la solidaridad y la cooperación entre nosotros y a profundizar en el sentimiento de identidad cooperativa».

Según el Sr. Lee, la identidad cooperativa se basa en los principios que rigen el funcionamiento de las cooperativas. «La solidaridad y la cooperación son aspectos esenciales de la identidad cooperativa», indica. «En su origen, las cooperativas se crearon para ayudar a mejorar la vida de los miembros más vulnerables de la sociedad a través de la cooperación. Creo que la unión hace la fuerza. El poder colectivo basado en la solidaridad y la cooperación puede cambiar las vidas de todos los cooperativistas».

NongHyup, es una de las 10 principales cooperativas del mundo y su objetivo es crear un entorno favorable para el crecimiento mutuo, tanto a escala nacional como internacional. «Cuando asumí la presidencia en enero del año pasado, la federación lanzó un nuevo lema “100 años, juntos con NongHyup”», explica el Sr. Lee. «Bajo este lema, nuestros 120 000 empleados se esfuerzan por construir una organización que crezca junto a los agricultores y la sociedad coreana en general. […] Por otro lado, NongHyup también trata de fomentar la identidad cooperativa a través de colaboraciones internacionales con otras cooperativas».

Actualmente, uno de los principales retos de NongHyup es dar respuesta al crecimiento de la economía sin contacto y el comercio electrónico, especialmente durante la pandemia de la COVID-19. «Si las cooperativas agrícolas no logran adaptarse a estos cambios, es posible que a los agricultores no les quede más remedio que recurrir a empresas de comercio electrónico para la distribución de sus productos. Somos conscientes del riesgo que esto puede suponer para los agricultores. Por eso estamos restructurando todas las etapas de nuestra cadena de valores, desde el suministro a la comercialización o la logística», explica. «Creo que las cooperativas agrícolas de otros países deberían centrarse también en la transición a los canales en línea. Las cooperativas agrícolas deben ayudar a los agricultores a integrar la economía digital, que es imprescindible para lograr una agricultura sostenible».

El Sr. Lee cree que el modelo cooperativo «es la mejor manera de reconstruir y fortalecer nuestro futuro» después de la pandemia. «La pandemia de la COVID-19 sigue causando estragos en la sociedad y las comunidades más desfavorecidas socioeconómicamente son las que corren un mayor riesgo», indica. «Las cooperativas que se centran en las personas están realizando una excelente labor de apoyo durante esta época tan complicada».

El Sr. Lee pone como ejemplo las tiendas HanaroMart de NongHyp distribuidas por todo el país, que el gobierno coreano designó como puntos de venta de emergencia y que lograron distribuir unos 20 millones de mascarillas. Esta organización también ha proporcionado apoyo financiero a los agricultores, ha lanzado campañas promocionales para fomentar el consumo de productos locales, ha proporcionado mano de obra a agricultores que lo necesitaban y ha puesto en contacto a agricultores con trabajadores remunerados a través de sus empresas de empleo rural.

«El mundo entero está atravesando una época difícil debido a la COVID-19. Sin embargo, la paradoja es que la distancia social nos brinda la oportunidad de pensar qué podemos hacer por quienes nos rodean. La distancia social y el uso de la mascarilla son puntos de partida esenciales para el bien común de nuestros familiares y vecinos. En nuestra lucha contra la COVID-19, los valores de solidaridad y cooperación son ahora más importantes que nunca».